Bring your Advent wreath to Mass for a blessing

The blessing of an Advent Wreath takes place on the First Sunday of Advent or on the evening before the First Sunday of Advent. Please bring your Advent Wreath to Mass the weekend of November 26/27th for a blessing. Join us in this rich and joyful blessing.

La “Corona de Adviento” o “Corona de las luces de Adviento” es un signo que expresa la alegría del tiempo de preparación a la Navidad. Por medio de la bendición de la corona se subraya su significado religioso. Los invitamos a traer su corona el fin de semana del 26 y 27 de Noviembre para recibir esta bendición. Únete a nosotros en esta bendición llena de alegría.


The use of the Advent Wreath is a traditional practice which has found its place in the Church as well as in the home. The blessing of an Advent Wreath takes place on the First Sunday of Advent or on the evening before the First Sunday of Advent.

When the blessing of the Advent Wreath is celebrated in the home, it is appropriate that it be blessed by a parent or another member of the family.

All make the sign of the cross as the leader says:

Our help is in the name of the Lord.

Response (R/.) Who made heaven and earth.

Then the Scripture, Isaiah 9: (lines 1-2 and 5-6) or Isaiah 63 (lines 16-17 & 19) or Isaiah 64 (lines 2-7) is read:

Reader: The Word of the Lord.

R/. Thanks be to God.

With hands joined, the leader says:

Lord our God,

we praise you for your Son, Jesus Christ:

he is Emmanuel, the hope of the peoples,

he is the wisdom that teaches and guides us,

he is the Savior of every nation.

Lord God,

let your blessing come upon us

as we light the candles of this wreath.

May the wreath and its light

be a sign of Christ’s promise to bring us salvation.

May he come quickly and not delay.

We ask this through Christ our Lord.

R/. Amen.

The blessing may conclude with a verse from

“O Come, O Come, Emmanuel”:

O come, desire of nations, bind

in one the hearts of humankind.

bid every sad division cease

and be thyself our Prince of peace.

Rejoice! Rejoice! Emmanuel

shall come to thee, O Israel.


1235. La “Corona de Adviento” o “Corona de las luces de Adviento” es un signo que expresa la alegría del tiempo de preparación a la Navidad. Por medio de la bendición de la corona se subraya su significado religioso. 1236. La luz indica el camino, aleja el miedo y favorece la comunión. La luz es un símbolo de Jesucristo, luz del mundo. El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona muestran la ascensión gradual hacia la plenitud de la luz de Navidad. El color verde de la corona significa la vida y la esperanza. 1237. La corona de Adviento es, pues, un símbolo de la esperanza de que la luz y la vida triunfarán sobre las tinieblas y la muerte. Porque el Hijo de Dios se ha hecho hombre por nosotros, y con su muerte nos ha dado la verdadera vida. I. Rito de la bendición en la familia. 1238. El ministro, al comenzar la celebración, dice: Nuestro auxilio es el nombre del Señor. Todos responden: Que hizo el cielo y la tierra. Monición introductoria

Al comenzar el nuevo año litúrgico vamos a bendecir esta corona con que inauguramos también el tiempo de Adviento. Sus luces nos recuerdan que Jesucristo es la luz del mundo. Su color verde significa la vida y la esperanza.

El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona deben significar nuestra gradual preparación para recibir la luz de la Navidad.

1239. Uno de los presentes, o el mismo ministro, lee un breve texto de la Sagrada Escritura, por ejemplo:

Is 60, 1: Levántate y resplandece, Jerusalén, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor alborea sobre ti.

1240. Luego el ministro, si es sacerdote o diácono, con las manos extendidas o si es laico, con las manos juntas, dice la oración de bendición:

Oremos.

La tierra, Señor, se alegra en estos días,

y tu Iglesia desborda de gozo

ante tu Hijo, el Señor,

que se avecina como luz esplendorosa,

para iluminar a los que yacemos en las tinieblas

de la ignorancia, del dolor y del pecado.

Lleno de esperanza en su venida,

tu pueblo ha preparado esta corona

con ramos del bosque

y la ha adornado con luces.

Ahora, pues, que vamos a empezar el tiempo de preparación

para la venida de tu Hijo,

te pedimos, Señor,

que, mientras se acrecienta cada día

el esplendor de esta corona, con nuevas luces,

a nosotros nos ilumines

con el esplendor de aquel que, por ser la luz del mundo,

iluminará todas las oscuridades.

Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. R. Amén.

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